Las ceasas brasileñas se crearon con el objetivo de mejorar el sistema nacional de abastecimiento por medio de la institucionalización de los mercados regionales y del aumento de la productividad y de la estructura de distribución de alimentos, en un país de dimensiones continentales. Como resultado, se observó la colaboración en el combate a la elevación de los precios de los géneros alimenticios, en la organización del mercado y en la formación de las cadenas productivas.

Aunque el comercio de horticultura es el principal negocio de las centrales de abastecimiento, la diversidad económica en un mismo espacio promovió la estructuración de actividades económicas complementarias de bienes y servicios. Entre estas actividades están el comercio de granos, carnes, alimentos procesados, insumos agropecuarios, embalajes, restaurantes, servicios financieros y personales, agencias públicas de salud, educación y seguridad, entre otros.

En este sentido, las centrales de abastecimiento brasileñas desempeñan un rol relevante en la distribución de alimentos, aportando con la regularidad de la oferta y proporcionando condiciones para que haya crecimiento en la calidad de los productos ofertados.